martes, 21 de octubre de 2008

-Fallen Embers-

Once, as my heart remembers
all the stars were fallen embers.
Once, when night seemed forever,
I was with you.

Once, in the care of morning,
in the air was all belonging.
Once, when that day was dawning,
I was with you.

How far we are from morning,
how far we are...
And the stars
shining through the darkness,
falling in the air...

Once, as the night was leaving,
into us our dreams were weaving.
Once, all dreams were worth keeping.
I was with you.
Once, when our hearts were singing,
I was with you...

Letra & Música: Enya.
Album: A day without rain.

miércoles, 15 de octubre de 2008

La Gran Invocación

La Gran Invocación (LGI) no pertenece a religión, sector o grupo alguno. Es propiedad de toda la Humanidad





LA GRAN INVOCACION


Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,

Que afluya luz a las mentes de los hombres;

Que la Luz descienda a la Tierra.



Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,

Que afluya amor a los corazones de los hombres;

Que Cristo retorne a la Tierra.



Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,

Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres;

El propósito que los Maestros conocen y sirven.



Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,

Que se realice el Plan de Amor y de Luz

Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.



La Gran Invocación es una plegaria mundial traducida a más de 75 idiomas y dialectos.Es un instrumento de poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra.
La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales, que todos los hombres aceptan innata y normalmente:

La verdad de la existencia de una inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios.

La verdad de que detrás de todas las apariencias externas, el Amor, es el poder motivador del Universo.

La verdad de que vino a la Tierra una gran Individualidad, llamada Cristo por los cristianos, que encarnó ese amor para que pudiéramos comprenderlo.

La verdad de que el amor y la inteligencia son ambos efectos de la Voluntad de Dios.

Y finalmente la verdad eminente de que el Plan divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.
Por medio de la meditación, la plegaria y la invocación, las divinas energías pueden ser liberadas y llevadas a la actividad. Los hombres y mujeres de buena voluntad de muchos credos y naciones pueden unirse en un servicio mundial trayendo valor y fuerzas espirituales a un mundo atribulado. Tienen el poder de afectar los acontecimientos mundiales a través de la invocación enfocada y unida. El conocimiento de este hecho, científicamente aplicado, puede ser uno de los grandes factores liberadores de la humanidad.Nadie puede emplear esta invocación o plegaria para evocar iluminación y amor sin causar poderosos cambios en su propia vida, actitudes y propósitos. "Como un hombre piensa en su corazón así es él".¿Quisiera usted emplear esta Invocación en forma reflexiva y dedicada? El efecto de la Invocación y la plegaria individual en la demanda de luz y amor, se acrecienta inconmesurablemente cuando existe un reconocimiento consciente y una relación mental diaria con quienes pronuncian la Invocación cuantas veces deseen en el momento oportuno. El vínculo establecido cada día a través de esta invocación mundial formará un triángulo iluminado. La unión de la fuerza conjunta de individuos y grupos enfoca la potencia de esta plegaria de tal modo que erige alrededor del globo terráqueo una red de luz y amor que ayudará a detener las fuerzas del mal que invaden el planeta.

lunes, 13 de octubre de 2008

-Karma-

Tan simple como eso: Causa y Efecto.

sábado, 11 de octubre de 2008

Septiembre II

-y cada vez que te pienso volvés a florecer en los rincones de mi cuerpo como si no tuvieras miedo del invierno (y ojalá nunca lo tengas)-

Septiembre I

Así, liviano y de Abril, de fuego, me entrás por los ojos. Sos Aries. Todo un Aries. Algo pasó. 21 de Septiembre, cambió la estación, y ardiste, y floreciste...